El momentum es complicado de atrapar. Es como cuando quieres ir a una fiesta, llegas y ves una cola de gente para poder entrar, piensas que la fiesta debe estar buenísima y pagas una entrada bastante cara para poder pasar. Entonces entras, te pides un cubata y 3 minutos después paran la música y la fiesta ya ha terminado. Y allí te quedas tú, con cara de tonto, viendo como muchos han pasado un muy «buen momento», pero que tu te lo has perdido.
Con una estrategia momentum, si no la gestionas bien, ocurre más o menos lo mismo. Entras al mercado con precios caros y un stop-loss que queda muy lejos, para que unas velas después la supuesta tendencia se termine. Por esto, en esta entrada vamos a analizar este tipo de estrategias, para poder ajustar mejor nuestro radar y así aprovechar de la fiesta el mayor tiempo posible.