¿Qué es Smart Beta? ¿De qué hablan cuando me dicen que un fondo sigue una estrategia de factor investing?
Factor investing y Smart Beta son términos sobre los que he estado escuchando (o mejor dicho leyendo) mucho últimamente. Cada dos o tres artículos que leía: ¡Pam!. Aparece que si «factor investing model investing esto» o «la inversión según multifactor model aquello». Sobretodo en webs americanas y relacionadas con estrategias de ETFs.
Pero el tema es que no me terminaba de quedar claro de qué *?¿·#!!! estaban hablando al referirse a : «Smart Beta factor investing».
No sabía si se trataba de otros de esos términos con mucho marketing que suenan muy bien en inglés, pero que al final no dicen nada nuevo.
Así que he decidido poner manos a la obra para investigar, y por supuesto compartir aquí, un poco más sobre este tema.
Índice del artículo
Antes de poder dar una definición sobre qué es el Smart Beta, es necesario explicar primero el concepto de factor investing o inversión por factores.
¿Qué es el factor investing?
Factor investing – o inversión por modelos de fuentes de rentabilidad: Básicamente la idea es identificar, e intentar aislar, cuáles son las características o elementos clave (léase factores) que permite obtener una rentabilidad superior a la del mercado en el largo plazo.
Una vez identificada esta fuente de rentabilidad, se filtran los activos para incluir en la cartera únicamente aquellos que tienen esta característica.
En este sentido estamos hablando de seguir un enfoque sistemático para la selección de activos.
¿Cuáles son los factores de rendimiento?
Existen numerosos modelos financieros que estudian estos factores, pero los más conocidos y estudiados son:
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- La inversión en valor- Value investing
- Momentum
- Tamaño
- Baja volatilidad
- Calidad
- Dividendos
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En esta tabla puedes ver un resumen con las características de cada uno de ellos:
Además de estos factores podemos encontrar otros, quizás menos conocidos o explotados, como por ejemplo la liquidez y el crecimiento.
Los factores y su rentabilidad a largo plazo
Los estudios académicos muestran que a largo plazo la inversión a través de estos modelos de factores puede batir al mercado.
Bien, la clave aquí está en las palabras «largo plazo» porque en los plazos más cortos, por ejemplo de año en año, vemos que la rentabilidad de estos factores no es estable.
Como ejemplo, en esta tabla podemos ver el rendimiento anual de distintos factores respecto al rendimiento del mercado global.
No vemos estabilidad en el rendimiento de los distintos factores sino ciclos de rendimiento.
Lo interesante es que, en algunos casos, estos ciclos no coinciden en el tiempo. Podemos ver correlaciones inversas entre factores (cuando algunos suben, otros bajan). Es por esto que las estrategias multifactor, combinando factores que muestran una baja correlación, tienen sentido.
ETF y factor investing
Esta lógica de inversión por factores no es algo nuevo.
Por ejemplo, podemos encontrar referencias a la inversión en value desde 1930 con Benjamin Graham como su figura más reconocida. Lo que ocurre ahora es que ya no necesitamos poner nuestro dinero en un fondo de inversión con gestión activa para aprovechar estos factores.
El mercado de los ETFs se ha ampliado mucho en los últimos años. Los ETFs permiten seguir índices bursátiles, invertir solamente en determinados sectores, diversificar por países, tipos de activos y en este caso también permiten seguir estrategias basadas en factor investing.
Por ejemplo, podemos ver la evolución normalizada de 3 ETFs basados en factores si los compramos con el SPY (que es el ETF más conocido para seguir el índice americano SP500).
¿Qué es Smart Beta? Definición
De acuerdo, si hasta ahora hemos visto que estos ETFs siguen una lógica de inversión por factores: ¿Por qué los llaman ETF de Smart Beta ?
Aunque «Smart Beta» suena bien en términos de marketing, el término es un poco engañoso porque no tiene nada que ver con el concepto de la beta de una acción.
Con Smart Beta, y simplificando mucho, no se refieren a qué es lo que añaden en la cesta del fondo, sino a cuánto ponen de cada cosa.
Los ETFs indexados clásicos ponderan sus posiciones en cada acción según su capitalización (de igual forma que el índice al que siguen). En cambio, los fondos Smart Beta no ponderan el peso de cada activo por su capitalización sino por otros parámetros.
Por dar algunos ejemplos, en la llamada «beta inteligente» el peso de cada acción dentro del fondo puede establecerse por varias características :
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- Volatilidad (equiparando volatilidades de los títulos)
- Ratios fundamentales (ventas, cash-flow, PER, dividendos, book value)
- Igualizando el tamaño de cada posición dentro del fondo.
- Otras ponderaciones.
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Cada x tiempo (dependiendo de las normas de cada ETF) se reequilibran las posiciones para seguir cumpliendo con los parámetros de ponderación.
Así por ejemplo, en el caso un ETF que pondera por fundamentales, cuando un valor se desvía de sus fundamentales se reduce la posición el caso de estar la acción sobrevaluada y se incrementa su peso en el caso contrario.
No todos los ETFs de beta inteligente son iguales
Aunque varios ETFs se basen en los mismos factores no todos los miden y aplican de la misma forma.
La siguiente imagen muestra la evolución de varios ETFs de Smart Beta que se basan en el value como factor de inversión. Vemos que aunque las tendencias globalmente son las mismas, la rentabilidad final no es igual.
¿A qué se debe esta diferencia? Podemos pensar que la manera de equilibrar las posiciones es diferente, las posiciones no se rebalancean con la misma frecuencia, las comisiones de gestión no son iguales, la manera en la que definen el concepto value es distinta, etc.
¿Qué pueden aportar estos ETFs a una cartera de inversión?
Lo bueno de este tipo de ETFs es que facilitan la diversificación, ya no sólo entre tipos de activos o sectores como ocurre con los ETFs tradicionales, sino que permiten diversificar en la lógica de las estrategias a seguir.
Las comisiones de gestión son más económicas que en los fondos de inversión tradicionales, aunque más elevadas que en los ETFs indexados clásicos.
El enfoque sistemático y el hecho de tener reglas transparentes es, en mi opinión, también otra ventaja respecto a los fondos de gestión activa tradicionales.
Por otro lado, a modo de nota personal, cabe recordar que los ETFs son un producto financiero. Tal y como ocurre con todo producto, sus comercializadores buscan formas de venderlo (evidentemente, como término marketing, «smart o beta inteligente» suena muy bien).
En este caso, los ETFs de factor investing son un producto relativamente nuevo, por lo que no me sorprendería que este «Boom» publicitario continuara y me encuentre con aún más artículos sobre el tema.
Lo importante, es analizar si estos productos son útiles para mejorar nuestra cartera de inversión. Es necesario examinarlos en cuanto al nivel riesgo (léase volatilidad) de forma individual.
Piensa: Si no sabes cómo está compuesto un fondo y cuáles son los factores que influyen en su rendimiento, ¿cómo podrás saber cómo utilizarlo dentro de tu cartera de inversión?
Además, debemos ver cómo se compatibilizan con los otros activos que tenemos en cartera. Lo que nos lleva en muchos casos a leer la letra pequeña de cada ETF y analizar no sólo cuál es el factor que buscan explotan, sino también cómo lo van a explotar.
Para saber más: Dejo un vídeo (inglés) para quien quiera profundizar un poquito más sobre factor investing.
Muy interesante, gracias por la información. Un saludo.